martes, 30 de agosto de 2011

A YEAR WITHOUT TEARS

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Algo así lo dijo Benjamin Frankling. Qué más quisieran los demás que les tocase la lotería, pero yo no, yo me conformo contigo, con tus ganas de mi, con tus buenas noches y tus malos días, con tus" te quiero cosa bonita", y tus "me tienes poco harto eh". Y qué más da si allí fuera nieva o llueve si yo estoy a tu lado en el sofá. Qué me importa si ella te quieres si tu estas abrazado a mis caderas. Porque al final es cierto eso de que los detalles son lo más importante, que un beso vale más que mil palabras (¿ o era una imagen?) también lo de que "los besos de ciertas bocas saben mejor, y es que "me conozco tu voz en formato susurro en formato gemido y en formato secreto" y es que como dijo un gran maestro " podrán robarme tus días, tus noches no".

The saddest goodbye

Se sentó en la arena y comenzó a maldecir contra todo lo que se le venía encima. Ya no era suficiente con haberle perdido a ÉL sino que también se había perdido a sí misma. Salió a pasear "para despejarse un poco" y ahora se encontraba rodeada por una inmensa multitud que no reconocía y un lugar en el que nunca había estado.Decidió entrar en el único bar que parecía un poco decente, se sentó y pidió una coca-cola light. Empezó a recordar, recuerdos que se clavaban en su mente como agujas infectadas de dolor que escocían en sus heridas. Recordó aquel primer beso y la voz tímida de aquel chico de ojos verdes. De nuevo una lágrima rodó por su mejilla. Un nuevo recuerdo. Doloroso. Triste. Aún muy reciente. Su despedida....Simple. Fría.Directa. Y ante todo escalofriante. Un simple "adiós". El más triste que ella había escuchado jamás